Había una vez...

Había una vez una chica que se aburria todo el día. Era impresionante, se aburría constantemente a cada hora, minuto y segundo. Miraba la tele y se aburría, se sentaba en la compu y se aburría, escuchaba música y se aburría, salía a bailar y se aburría, caminaba y se aburría, tomaba sol y se aburría, se drogaba para flashear y en sus flashes se aburría, cojía y se aburría, bailaba y se aburría. Todo la aburría. A ella la llamaban Señorita Aburrida.
Un día, Señorita Aburrida se fue a caminar para seguir aburriéndose fuera de su casa, y mientras caminaba vio que un pájarito estaba buscando ramitas para formar su nidito. Entonces, decidió ayudar al pajarito a juntar ramitas y piedritas y hojitas y mas cositas para construir su casita. De pronto, se olvidó de su aburrimiento. Señorita Aburrida no lo podía creer, era la primera vez que no se aburría! Increíblemente increíble. Debido a ello, le surgió una incógnita, por qué no se aburrió?. Se quedó pensando y descubrió que su aburrimiento se iba ayudando a alguien a ser feliz, ya sea humano, animal, insecto, actótofo, anfibio, reptil, mamífero, herbívoro, vegetal, lo que sea que respire. Fue desde aquel día, que hoy Señorita Aburrida abrió un comedor infantil y alimenta a los niños de Villa Caracol para sentirse feliz y no aburrirse.
Fin.