lunes, 27 de julio de 2009

Me quedan 15 minutos para irme, asi que voy a escribir algo, lo que sea, cualquier cosa que se me cruse por la cabeza. Mmm, mejor voy a evadir algunas cosas, jaja.
A ver, ya se, invento un cuentito rapidito.


Había una vez, en un lejano reino, una alcachofa que ses entía muy inutil por el simple motivo de ser una alcachoda verde y redondita. Solamente se movía si el viento la movía y siempre rezaba para que ningún humano o animal la agarrase para ser parte de su ingesta. Tampoco quería que le pasen otro tipo de cosas, pero la que más le asustaba era ser la cena de alguien. Un buen día, sopló un fuerte viento y logró transportar a la pequeña alcachofa al patio trasero de una hehicera. Cuando se vio allí, temió por su jóven vida, ya que vio como la hechicera se acercaba a ella. Esta señora pudo captar los tristes pensamientos de la pequeña hortaliza y se dio cuenta que no se sentía a gusto con su vida por sentirse inutil. Entonces, con mucho cariño, la hechicera llevó a la alcachofa a su casa y la investigó cautelosamente. La pequeñita se sentía atemorizada, no sabía que planeaba esta mujer y fue por tanto miedo que por primera vez en su corta vida, comenzó a llorar. La hechicera le dijo que no se asuste, que la iba a ayudar a convertir sus sueños en realidad y que nunca más viviría con culpa y tristeza. Fue asi, que la mujer comenzó a preparar conjuros y pociones y roció a la alcachofa con un líquido rosa de un buen aroma. Luego de unas palabras raras, la hortaliza cobró forma de mujer. Fue el momento más importante de su vida, era una hermosa joven capaz de hacer todo lo que se proponga.
Desde aquel día, la hechicera y la joven fueron buenas amigas y sintieron que sus vidas habían dado un giro de 180 grados.

Fin.

1 comentario:

Drow dijo...

yo sabia que las bellas mujeres suelen ser amigas de hechiceras (llamadas brujas tmb o suegras...)

buen ambiente para una pequeña historia :)