domingo, 24 de enero de 2010

Once upon a time...

vivía en un lejano reino una empleada doméstica del palacio de Katazunga, hogar de los aristócratas del reinado de Kikirumpa. Su nombre era Karni y se encargaba de tenderle la cama todos los días al matrimonio real sin dejar ni una sola arruga y cambiando diariamente las sábanas de algodón egipcio donde descansaban el rey Kort y la reina Kart.
Una mañana, cumpliendo su ardua tarea, fue a dar vuelta el colchón y se encontró con algo que cambiaría su vida para siempre...

Ahora, querido lector, osea, nadie, es su turno de elegir el desenlace de esta fantástica historia! Tiene tres opciones, elija la que más le apetezca!

A) Karni encontró un billete dorado que la llevaría directo a la fábrica de chocolates de Ricardo Fort.
B) Encontró una oruga parlanchina y de color amarillo y rosa.
C) La simple empleada doméstica descubrió el cd de las Electrostars.

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Si elegiste la opción "A", la historia hubiera sido ésta:

Once upon a time vivía en un lejano reino una empleada doméstica del palacio de Katazunga, hogar de los aristócratas del reinado de Kikirumpa. Su nombre era Karni y se encargaba de tenderle la cama todos los días al matrimonio real sin dejar ni una sola arruga y cambiando diariamente las sábanas de algodón egipcio donde descansaban el rey Kort y la reina Kart.
Una mañana, cumpliendo su ardua tarea, fue a dar vuelta el colchón y se encontró con algo que cambiaría su vida para siempre... un billete dorado de acceso V.I.P a la fábrica de Ricardo Fort! Karni estaba super entusiasmada, aunque se preguntaba, como sabe el chocolate? que gusto tiene la sal? Convengamos que la segunda pregunta no tiene mucho sentido, pero fue lo que pasó por su cabeza en ese momento. Claro, pobrecita, siendo parte de la servidumbre de la realeza, no tenía derecho de probar chocolate, es más, lo único que podía comer era alpiste, unas semillitas que comen los canarios.
Llegó el día en que nuestra protagonista va a la visita de la fábrica de chocolates, las tripas le rugían como nunca antes, el corazón le latía cual redoblantes de clubs de comedia improvisadas yankis, eran muchas sensaciones juntas! Cuando Ricky Fort le abrió las puertas de su majestuosa fábrica, Karni entró corriendo sin escuchar las advertencias del dueño. Demasiado tarde para escucharlas, lo que él quería decirle, era que los Gatos (su séquito de amigos metrosexuales) tenían una dieta estricta basada en carne humana.
Fin.

Si elegiste la opción "B", la historia hubiera sido ésta:

Once upon a time vivía en un lejano reino una empleada doméstica del palacio de Katazunga, hogar de los aristócratas del reinado de Kikirumpa. Su nombre era Karni y se encargaba de tenderle la cama todos los días al matrimonio real sin dejar ni una sola arruga y cambiando diariamente las sábanas de algodón egipcio donde descansaban el rey Kort y la reina Kart.
Una mañana, cumpliendo su ardua tarea, fue a dar vuelta el colchón y se encontró con algo que cambiaría su vida para siempre... una oruga parlanchina de color rosa y amarilla! Este pequeño invertebrado cautivó a Karni con asombrosas historias nunca antes relatadas sobre hongos, mariposas, mutantes, botineras, asiáticos y demás seres extraños! Ella estaba tan maravillada con las hermosas historias que salían de la boca de la oruga, que olvidó cumplir con su tarea. De repente, el rey Kort y la reina Kart entraron a la habitación y encontraron a su sirvienta tirada en la cama real como si fue suya. Esto desató la furia del matrimonio real, quien condenó a Karni y la degollaron frente a todos los habitantes del reinado de Kikirumpa por incumplimiento de tareas.
Fin.

Si elegiste la opción "C", la historia hubiera sido ésta:

Once upon a time vivía en un lejano reino una empleada doméstica del palacio de Katazunga, hogar de los aristócratas del reinado de Kikirumpa. Su nombre era Karni y se encargaba de tenderle la cama todos los días al matrimonio real sin dejar ni una sola arruga y cambiando diariamente las sábanas de algodón egipcio donde descansaban el rey Kort y la reina Kart.
Una mañana, cumpliendo su ardua tarea, fue a dar vuelta el colchón y se encontró con algo que cambiaría su vida para siempre... un cd de las Electrostars! Karni estaba exitadísima, ya que nunca había escuchado otra melodía que no fuese la autorizada por los reyes, mucho menos había bailado los candentes ritmos del pop. Fue corriendo a la pieza de la princesa Kerta para sacarle sin permiso su radiograbador. En cuanto le puso play al cd, comenzó a escuchar el hit "Electrostars we're looking for fun" y algo terrible sucedió, los oídos le comenzaron a sangra, escuchaba más aullidos que los provenientes de la junta de diez manadas de lobos. Este cd le costó la vida a la pobre empleada doméstica, pues las voces de las cantantes eran muy malas y le provocaron una fuga de cerebro y rotura de tímpanos. Una vez que los tímpanos se rompieron, el cerebro se licuó magicamente y salió por sus orejas y orificios nasales.
Fin.

1 comentario:

Mazi dijo...

JAJAJAJAJAJ q copado! xD no me preguntes como llegue aca porq me da verguenza.. estaba tan aburrido q aprete en "siguiente blog" y llegue aca y me encontre primeramente con tu historia en la q yo habia elegido la opcion C =P

T falto agregar q dsp d perder el cerebro se convirtio en la nueva lider del grupo =D