viernes, 24 de abril de 2009

REA

Había una vez, una pequeña niña llamada Rea, que vivía con su abuelastra., una mujer muy pero muy mala y olorienta. Olía a vieja, el típico olor de la mezcla de tierra, transpiración, gases y perro.
Hacía unos diez años atrás, cuando Rea tenía tan sólo cinco años, su padre había sido comido por un hipopótamo, provocándole así, la muerte. Suena absurdo, pero es la triste realidad. Cuando el buen hombre murió, la mamá de Rea, ni lenta ni peresoza, contrajo nuevas nupcias con un cazador de monos tití. Rea no era muy feliz, ya que cada mes, ella, su madre y su padrastro debían mudarse a una selva distinta en busca de nuevos monos tití. Cuando la pequeñita tenía once años, se encontraban en el impenetrable de Chaco. No se sabe si allí habitan monos tití o no, pero su padrastro estaba empecinado con encontrar alguno. Todo marchaba igual que siempre. Vivían en una pequeña choza hecha con cañas de azúcar y dormían sobre un montón de hojas. La choza no era muy segura, pero hasta el momento resistía bastante bien. Claro, no se habían dado cuenta de que el impenetrable es también el hogar de numerosas críaturas salvajes muy peligrosas, como el yaguareté, un hermoso felino de nacionalidad Argentina.
Una noche, la pequeña Rea sintió extraños ruidos y se despertó. Miró a su alrededor y se encontró con un paisaje desolador: su madre y padrastro habían muerto. Estaban completamente destruídos! Salió corriendo de la choza de cañas de azúcar y vio al homicida, nustro buen amigo, el yaguareté. Rea lloró sin consuelo toda la noche. Esto era de esperarse. A la mañana siguiente, Rea salió a pedir ayuda. onsiguió la ayuda necesaria y luego de los trámites necesarios, un juez determinó que Rea debería vivir con su abuelastra ya que era la única persona mayor que se haría responsable de ella.
Pobre Rea, debía vivir con esta vieja que la trataba peor que a un perro sarnoso. Ensima la obligaba a hacer todos los quehaceres domésticos y la llamaba "la muqui". Lo peor para Rea, era cuando debía atender a su abuelastra con su séquito de veteranas que iban a su casa a tomar el té, eso si que era una tortura!.
Un buen día, Rea ideó un plan. Mataría a la vieja bruja como si pareciera una muerte natural. Cuando Rea cumplió quince años, debió pasar todo el día limpiando el gallinero del patio y nadie la visitó el día de su cumple, ya que su abuelastra nunca la anotó en un colegio y por ende, no tenía amigos. Fue la semana siguiente cuando Rea realizó su plan.
Mientras la vieja se bañaba, Rea buscó una araña grandota que estaba criand y haciendo engordar en el gallinero. Entró cautelosamente al baño y se la tiró en la bañera sin que la mujer se percatara. La abuelastra era aracnofóbica y murió al instante de un ataque cardíaco. Los forenses la dieron como una muerte natural, asi que Rea finalmente fue libre.
Ahora Rea vive con una familia millonaria que la quiere mucho y la muy yegua con sólo 16 años tiene un BMW modelo descapotable 2009, un piso en Palermo Soho, un funcional en Miami, un novio empresario y una tarjeta dorada con fondo ilimitado. Pobre Rea, pobre...


Cuentito inventado por mi, el día martes 21 de abril, en el buffet de la universidad, en alguna hora libre que tenía por ahi. Ya subiré más!

3 comentarios:

Lucas R. dijo...

Genial la historia! y si... que yegua esa Rea. Espero tu proximo cuento, hacete alguno de "la paloma, el fénix, y el pichón"! una fabula.

francisco dijo...

jaja toda la onda la historia

Eduardo Nacho Pedro dijo...

El cuento, y perdona por la crítica, es malo malo malísimo.